La salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedades o trastornos en los aspectos relacionados con la reproducción. Esta salud reproductiva deriva, en esencia, en la posibilidad de que adultos menores de 35 años puedan tener hijos o descendencia.
Generalmente, se da por sentado que en la juventud temprana la capacidad de tener hijos está intacta y que no es necesario acudir a la consulta del especialista en fertilidad, sobre todo si no se han presentado síntomas que evidencien que algo no marcha bien.
No obstante, si deseas posponer la maternidad o planificar cuando buscar el primer bebé, es altamente recomendable que acudas a la consulta de fertilidad de manera de conocer el estado real de tu salud reproductiva y así puedas descartar cualquier condición potencial que pueda impedir que logres el embarazo en un futuro.
Adicionalmente, con esta consulta puedes obtener la orientación necesaria para utilizar los métodos anticonceptivos que mejor se adecúen a tus condiciones.
¿por qué es recomendable que los jóvenes acudan a la consulta de fertilidad?
Actualmente ha habido un aumento en los problemas de fertilidad en los jóvenes entre 25 y 34 años que están dificultando que ellos logren el embarazo sin la ayuda de las técnicas de reproducción asistida (TRA). Para prevenir este tipo de dificultades, es aconsejable que los jóvenes de ambos sexos acudan a las consultas de ginecología y uroandrología para evaluar su salud reproductiva con el propósito de conocer su capacidad individual de lograr el embarazo.
¿cómo se evalúa la fertilidad en los jóvenes?
Para evaluar la fertilidad en los jóvenes hay que revisar dos aspectos primordiales: el anatómico y elfuncional. El anatómico, porque les permite a los especialistas conocer si los órganos sexuales internos y externos están sanos.
El funcional, porque determina la capacidad reproductiva tanto de la mujer como del hombre. Este último aspecto se mide en la mujer con la evaluación del ciclo menstrual y en el hombre con la evaluación del semen mediante el espermograma.
Existen recomendaciones esenciales que ayudan a conservar la salud reproductiva:
• Usar preservativos para prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS) que se adquieren por tener relaciones sexuales con alguien que esté infectado con bacterias tales como la Chlamydia, el Mycoplasma, el Ureaplasma y el gonococo o con virus tales como el HIV, Hepatitis C y el VPH.
•Evitar el sobrepeso y la obesidad.
•No fumar.
• Consumir bebidas alcohólicas con moderación (no más de dos tragos al día).
• Evitar a toda costa el consumo de drogas.
• Acudir al especialista para iniciar y mantener el uso de los anticonceptivos orales en la mujer.
• Acudir al ginecólogo antes de iniciar la vida sexual.
• Realizarse un espermograma cuando se inicia la vida de pareja.